Este es uno de los artículos escritos por Ulrich Beck, sociólogo alemán, donde podremos entender que implica en una sociedad globalizada lo multicultural. La “Revuelta de los superfluos” es el título del artículo al que hago referencia y que podréis leer en el siguiente link de Internet: www.firgoa.usc.es/drupal/node/23576 . Es un texto interesante sobre unos hechos ocurridos en el 2005 indicadores de un nuevo cambio y movimiento social importante a considerar y donde la educación tiene una gran cabida.
En el2005 miles de jóvenes franceses, hijos de padres extranjeros, protagonizaron durante dos semanas una rebelión en la cual se quemaron miles de automóviles en París. Este es un caso que se dio en Francia pero que sin duda alguna podía haber ocurrido en cualquier otro lugar de occidente. Tal como afirma el autor se está produciendo un nuevo tipo de conflicto violento consecuencia de un sistema en parte fundamentalizado en la exclusión.
En el
Uno de los riesgos de la globalización ha sido; la concentración de la riqueza y el empleo precario. Pero algo ocurre más allá de esta problemática, el aumento de la desigualdad social y la amenaza a la diversidad. Estos hijos de inmigrantes ya no piden por un trabajo o una educación digna sino que reivindican sus derechos como ciudadanos franceses. La globalización ha hecho que se convirtieran en muertos vivientes, en individuos innecesarios, sin futuro y peor aún sin salida. La distribución de las ciudades reflejan el rechazo y la marginalidad a la que están sometidos siendo ubicados en la periferia, en los suburbios. Es el traspaso de países no occidentales a países occidentales.
Muchos son los que intentan dar explicación a estos movimientos alborotadores afirmando que toda la violencia empleada en estas reivindicaciones forman parte de la tradición y la religión de origen de los jóvenes. Parecen no haberse dado cuenta de que este conflicto no deja de tener una estrecha relación con una sociedad marginada, jóvenes totalmente agredidos en su identidad. Ya no se tratan de inmigrantes que no se han integrado, sino todo lo contrario. Por lo que el odio y la violencia se avivan y enciende cada vez más en ellos. La comparación que se hace de hijos inmigrantes con el resto de jóvenes hace destacar este racismo latente en la sociedad donde la violencia es el único medio por el cual estos excluidos pueden defender sus derechos como ciudadanos.
El papel de la educación en este punto es primordial. Desde un primer momento ha de ser capaz de acoger y aprovechar la diferencia como una oportunidad al mismo tiempo que ofrecer los recursos necesarios para evitar la angustia en sus ciudadanos projectandolos hacia una perspectica optimista y acogedora de la realidad.